miércoles, 20 de julio de 2011

Ella.

Sintiendo que el Alma se le iba tras Ella...


Nervioso, loco y expectante pasó la mañana. Casi no almorzó, el estómago no se estaba quieto; las mariposas que allí dormitaban habían despertado y no se tranquilizaban.
Resonaba en su cabeza la orden de Ella le había dado: "Deja dicho en recepción que pediré copia de la llave de la habitación. Estate de rodillas, desnudo, con los brazos a la espalda y la cabeza gacha. Situate justo delante de la puerta, lo mas al fondo de la habitación que puedas, quiero que la espalda que calmará mis ansias sea lo primero que vean los ojos de tu Dueña, perra".
Solo pensaba en eso, sólo vivía para eso, su vida ya la había entregado y el lo sabía.


El reloj parecía haberse parado, la vida transcurría para todos, olvidándose de aquel perro perdido, sediento del elixir exclusivo de su Ama.


Tenía minuciosamente especificado que hacer a cada minuto, había de esperar una llamada y así dejar entrever el resto de su existencia.


El teléfono vibró... (continuará)