miércoles, 26 de septiembre de 2012

El Trono.

 
 
Mi Trono, antes de su restauración.
 
 
El Trono, después de ser restaurado.



Acércate, pero no lo toques.
Huélelo, pero no lo toques.
Óyelo, pero no lo toques.
Disfrútalo, pero no lo toques.

Mírame, pero no lo toques.

Podría haber nacido casi a principios de siglo. Su lugar de nacimiento?, a saber... Llegó hasta mi desde el corazón de España. Fue buscado mucho... establecido prioridades... sopesado problemas de transporte... pero un día, llegó a mis pies.


Es mi caprichito, el mas importante.
 Preside un lugar de privilegio en mi mazmorra. Los ojos se abren ante su Señorial presencia y los corazones sumisos se arrodillan ante el.

Mi trono, mi caprichín, mi orgullo.


Cruje la madera acompañada del cuero cuando me abraza, asiente su rudeza en el momento que mis manos descansan, orgulloso me postra, tras casi un siglo de historia.