domingo, 13 de diciembre de 2015

Sin anudar



Se desgañita el Vesubio mientras Pompeya agarra sus cimientos en un intento de mantenerse sosegada.
 
Miro al cielo, se torna de gris.
Sopla viento fuerte, moverá las nubes.

Corren las rocas fundidas dentro del volcán buscando salida, aire, luz.
 
De pie, desde la pradera verde. Echo la vista hacia abajo... el suelo se mueve,
mis "Converse" sin anudar también.
 
Esta vez no hay tacones pisando el césped,
ni música de fondo tras el batir
de un brazo al aire.
Esta vez no hay lencería de seda,
si no vaqueros rotos.
Esta vez no está la Dómina,
esta vez sólo existe la mujer.

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